Tumores Oido
Los tumores del oído pueden ser benignos o malignos. La mayoría de los tumores del oído se descubren cuando la propia persona afectada nota su aparición o cuando el médico explora el oído por una pérdida de audición.
Tumores benignos
Los tumores benignos pueden desarrollarse en el canal auditivo externo, obstruirlo y causar pérdida de audición y acumulación de cerumen. Estos tumores incluyen pequeños sacos llenos de secreciones de la piel (quistes sebáceos), osteomas. El tratamiento más eficaz es la extirpación quirúrgica del tumor. Después del tratamiento, la capacidad auditiva suele volver a la normalidad.
Tumores malignos
El carcinoma de células basales (carcinoma basocelular) y el carcinoma de células escamosas (carcinoma espinocelular) son cánceres de la piel que pueden desarrollarse en el oído externo .Las personas que sufren infecciones crónicas del oído pueden tener un mayor riesgo de desarrollar un carcinoma de células escamosas. Cuando estos cánceres aparecen por primera vez, pueden tratarse con éxito extirpándolos quirúrgicamente o aplicando radioterapia. Los cánceres más avanzados pueden requerir la extirpación quirúrgica de una zona más amplia del oído externo.
El ceruminoma (cáncer de las células que producen el cerumen) se desarrolla en el tercio externo del canal auditivo. Estos tumores no se diseminan a otras áreas, pero son destructivos para el canal auditivo. Los ceruminomas no tienen nada que ver con la acumulación de cerumen. El tratamiento consiste en extirpar quirúrgicamente el cáncer y el tejido circundante.